Antes de nada, debemos destacar que los
niños sobredotados forman parte de un grupo muy heterogéneo, es decir, que no
todos los sujetos presentan las mismas características. Cada individuo es único
y tiene unas características emocionales, sociales e intelectuales propias. A
pesar de ello, podríamos hablar de algunas de las características que suelen
presentar estos niños y, en algunos casos, algunos de los problemas asociados:
APRENDIZAJE
Y DESARROLLO
- Presentan un desarrollo avanzado. Hay una visible precocidad en los diferentes hitos evolutivos ya desde los primeros meses de vida. Por ejemplo, comienzan a andar y a hablar antes de la edad a la que suelen hacerlo los otros niños de su misma edad. Además, comienzan a interesarse rápidamente por los libros e incluso pueden ser lectores precoces, llegando a ser ávidos lectores.
- El rendimiento escolar suele ser bueno. Pero cuando existen problemas importantes de motivación pueden llegar a situaciones de bajo rendimiento.
- Tienen un alto nivel de actividad, pues suelen ser niños inquietos, a veces hiperactivos, generalmente, con necesidades de sueño reducidas. Pero pueden llegar a frustrarse cuando toda la energía que poseen no puede ser canalizada hacia los objetivos de su interés.
- Aprenden rápida y fácilmente. Su gran memoria les permite absorber literalmente cualquier tipo de información y muestran gran capacidad para la abstracción, el razonamiento lógico, comprender, retener y utilizar la información y los conocimientos adquiridos. Por ello, se vuelven impacientes ante la repetición, pudiendo llegar a aburrirse.
- Muestran interés por el aprendizaje pero les desagrada la monotonía y las repeticiones, ocasionándoles aburrimiento y frustración.
- Tienen una gran motivación intrínseca, lo que les lleva a mantener un compromiso con su trabajo, pues siempre disfrutan haciendo aquello que les gusta. Se motivan especialmente cuando las tareas son complicadas y conllevan un cierto desafío, ya que muestran una voluntad de asumir riesgos intelectuales.
PERSONALES
- Muestran precaución y cautela ante nuevas situaciones, pues suelen sentir mucho temor al fracaso.
- Tienen un agudo sentido del humor, aunque pueden sentirse confusos si este no es entendido.
- Son persistentes en la consecución de sus objetivos, así como perfeccionistas y autocríticos en las tareas que realizan y les interesan. Cuando no alcanzan las altas metas u objetivos que se proponen suelen frustrarse y sentir un gran desasosiego, lo que puede llevarles a abandonar la tarea antes que a rebajar el objetivo que se han planteado.
- También es característico el especial y profundo interés que muestran sobre áreas de conocimiento concretas como pueden ser, entre otras, la naturaleza, el universo o la Tierra, buscando de manera activa y constante información acerca de ellas para satisfacer su curiosidad, sus ganas de aprender y profundizar en los diferentes temas que son de su interés. Incluso pueden actuar de la misma manera en que lo haría un filósofo o un científico, intentando averiguar y dar una explicación lógica a aquello que les interesa.
- Pueden manifestar un interés y preocupación tempranos por temas morales y sociales propios de los adultos como la justicia, la libertad, el bien y el mal, la religión, la política, etc., así como una gran sensibilidad y empatía respecto a temas como pueden ser el maltrato a personas o animales, la injusticia social, etc.
- Muestran una enorme curiosidad.
- Su búsqueda incesante de explicaciones es algo que también les caracteriza. Pero no se conforman con cualquier respuesta y frecuentemente se encuentran ante respuestas ambivalentes, dubitativas o poco precisas por parte de los adultos, lo que aumenta su temor o frustración al no hallar una explicación racional. Por ejemplo, según el libro Desarrollo y educación de los niños superdotados de Yolanda Benito Mate, un niño de un año y ocho meses preguntaba “¿Por qué es de día?, ¿Por qué cambian las hojas de color?, ¿A qué distancia está la luna?”. Por otro lado, un niño de cuatro años preguntaba “¿Qué es vivir?, ¿Qué es la electricidad?, ¿Cómo funciona el teléfono?”
- Son muy sensibles y necesitan un soporte emocional y afectivo. Necesitan tener éxito y son vulnerables al fracaso, así como al rechazo de sus compañeros.
- Tienen el sentimiento de “ser diferentes”. Pero si esto lo perciben como algo negativo que les crea problemas les puede llevar a cierto aislamiento con respecto a sus iguales y a nivel social.
CAPACIDADES
Y PREFERENCIAS
- Tienen una gran capacidad de concentración, llegando a ignorar su entorno, sobre todo cuando están inmersos en aquellas actividades y tareas que están relacionadas con los aspectos que entran dentro de su campo de interés.
- Tienen preferencia por el trabajo individual, costándoles en ocasiones trabajar en equipo, pues tienen una fuerte necesidad de mantenerse independientes y orientados a los propios intereses.
- Muestran una capacidad precoz para diferenciar entre realidad y fantasía. Suelen plantear tempranamente cuestiones como la inevitabilidad de la muerte y preguntas acerca de historias o cuentos para asegurarse de lo que puede o no ser real o suceder.
INTERACCIÓN
SOCIAL
- Dada su gran comprensión del entorno, suelen mostrar buenas habilidades sociales y pueden desarrollar capacidades de liderazgo en su grupo. No obstante, desde que son muy pequeños pueden verse a sí mismos muy diferentes de los demás y su integración en el grupo puede verse dificultada, en gran medida, por su sofisticado vocabulario, su sentido del humor, su perfeccionismo y, sobre todo, la comprobación de que sus intereses especiales no son compartidos por sus compañeros. Estos problemas pueden agravarse a medida que el niño crece y se acerca a la adolescencia, aumentando la sensación de rechazo, la incomprensión y la baja autoestima.
HABILIDADES
- Presentan un buen dominio del lenguaje y una elevada comprensión de los mensajes verbales. Se expresan con fluidez y con un vocabulario bastante avanzado y amplio. Incluso pueden aprender sin dificultad varias lenguas. Pero su dominio del discurso puede llegar a ser ofensivo para el otro interlocutor.
- Tienen una destreza superior para resolver problemas. Las situaciones problemáticas las consideran un reto y utilizan múltiples estrategias para encontrar una solución adecuada.
- Tienen una gran imaginación y son muy creativos y originales, tal y como se puede observar en las ideas que expresan y en las tareas que realizan como juegos, experimentos, dibujos, etc.
Queremos volver a remarcar que los niños
sobredotados no tienen porqué presentar todas y cada una de las características
que acabamos de enunciar.
Disincronías
Además de todas estas características, otro
rasgo importante que suele darse en los sobredotados es el desarrollo desigual o disincronías, término descrito por Terrassier
en 1994. Estas disincronías pueden ser internas y/o externas (o sociales). Las
primeras consisten en que el desarrollo de las diferentes áreas de los niños
con sobredotación no sigue un curso homogéneo, es decir, hay discrepancias o
desequilibrios en los ritmos del desarrollo intelectual, afectivo y motor. Las
disincronías externas son las referentes a las dificultades específicas que
estos niños pueden encontrarse en la relación con su medio.
Es importante que los maestros conozcan la
existencia de las disincronías para poder comprender mejor el desarrollo de
estos niños, las conductas que puedan presentar en el aula y para poder dar una
respuesta adecuada.
Dentro de la disincronía interna podemos
diferenciar varios subtipos:
- Disincronía inteligencia-psicomotricidad: Se produce cuando el desarrollo psicomotor no se da con la misma precocidad con la que se da el desarrollo intelectual. Los niños sobredotados suelen ser más precoces para la lectura que para la escritura. El realizar sus primeros intentos de escritura prematuramente, provoca que tengan torpeza en los movimientos que deben realizar con la mano (la letra es irregular o ilegible) y encuentran dificultades para coordinar la escritura con su natural y rápido ritmo mental, pues las adquisiciones motrices pueden desarrollarse más tarde.
- Disincronía lenguaje-razonamiento: Se da cuando la capacidad de razonamiento se encuentra por delante de la capacidad del lenguaje para explicar lo que sabe o ha entendido. Es por ello que en los test no verbales suelen alcanzar puntuaciones mayores que en los test verbales, pues los primeros miden el pensamiento inteligente y no “el saber”. En definitiva, se podría decir que piensan más rápido de lo que pueden expresar con palabras.
- Disincronía afectivo-intelectual: Es frecuente que el afecto y la inteligencia no se desarrollen paralelamente. Los niños superdotados pueden utilizar su gran capacidad intelectual para camuflar su inmadurez emocional, pero esta puede emerger en momentos clave en los que el niño no puede aliviar su angustia y su ansiedad ni con su gran capacidad de razonamiento.
En lo que se refiere a la disincronía externa o social encontramos:
- Disincronía niño-escuela: Tiene lugar cuando hay un desequilibrio entre la velocidad del desarrollo mental del sobredotado y la del resto de la clase, lo cual conlleva que su ritmo de aprendizaje también sea superior al de sus compañeros. Si en esta situación se tratara a todos los alumnos como si fuesen iguales, esto perjudicará al desarrollo de las potencialidades del sobredotado.
- Disincronía niño-familia: Muchos padres esperan que el niño sobredotado se comporte de acuerdo a su edad, y aunque suelen ser los primeros en reconocer que su hijo lo es, puede que no estén preparados y que les falten recursos para hacer frente a las necesidades de estos niños.
- Disincronía niño-otros niños: Los niños sobredotados tienden a buscar amigos con el mismo nivel intelectual. Por ello, la mayoría de las veces elegirán a niños más mayores o adultos para los juegos de interior o para mantener una conversación, pues les parecen más interesantes los diálogos que establecen con ellos. Sin embargo, para los juegos de exterior, aquellos que requieren de cierta actividad física, elegirán a niños de su misma edad, ya que físicamente no destacan tanto respecto a sus compañeros.